Morila Dalin

[Love is not the word, Only for the Sweet Romance]

Miley Cyrus

Anoche soñé, como nunca lo había hecho antes, soñé tres veces, la primera fué con la U y me dió miedo, la segunda fué con la Daniela y tambien me dió miedo.
Pero la tercera fué genial, soñé que era el Novio de Miley Cyrus, que viajabamos en una van a el desierto de atacama porque grabaríamos su video, y atinabamos y la van tenía una cama y todo eso, su ropa interior era super bonita.
Pero cuando ibamos a hacer algo chubidubi, mi tío me despertó y me dijo : "Aquí teni cigarros juanito" y me lo perdí. Fué lo peor, todo lo que va a terminar bien, alguien me lo tiene que interrumpir.
Y por eso he estado todo el diá apenado, escuchando "fly in the wall" de Miley, como esperando a que vuelva, pero no sucede. La vida es injusta hasta con lo que sueñas, Fuck.
Te esperaré toda mi vida, Miley.

I've Kissed a girl with a Broken Jaw


El sábado viajo a Chillán. No sé si realmente deseo hacerlo, pero quizás si.
A lo mejor me sirve ver gente que nunca veía, o que no tomaba en cuenta, maybe.
Es tiempo de olvidar, pero no dejar de recordar jamás.
Al final, lo único que tenemos son los recuerdos.
De lo único que vivimos es del pasado, y a él nos debemos completamente.
Si antes vivía por alguien, ahora vivo por su recuerdo.

Y como dijo Alejandro Casona:

"Ella no te necesita. Tiene tu recuerdo, que vale mucho más que tú"

NOTA MENTAL: Buscar sinónimos de la palabra "Recuerdo"

I'm Walking on Sunshine

Hell yeah, God Damn y todas esas cosas! ¬¬

Milagros


Mi médico me dijo que una solución a mi problema era ir al lugar en el que todo comenzó, y le hice caso.
Anoche me acosté temprano, pues a la mañana siguiente iría a Viña del Mar. Me costó mucho conciliar el sueño, pues en mi cabeza no dejaban de dar vueltas los fantasmas de antaño. Pensé demasiado, tanto que me llegó a doler la cabeza, al final me dormí. Y me desperté.

No tomé desayuno y salí, eran las 09:15 A.M y no sabía porque lo hacía, sólo lo hice. Llegué a la playa, pero no me quise sentar en la arena. Caminé por toda la costa y después de una hora, me fui a comprar un café, ese maldito frappé de frambuesa que me trae malos recuerdos, pero en fin, viajé para recordar. Mentiría si digo que no quise llamarte, nada me hubiese gustado más que estar contigo un corto tiempo, pero al final decidí no hacerlo. Caminé por San Martín y cuando llegué a un hotel grande, tomé una micro y me bajé en Valparaíso. Tenía frío, y eso que eran las 5 de la tarde, me puse mi chomba y volví a caminar. Llegué a el puerto ese que queda enfrente a la estatua donde hay un marino de punto fijo, y me senté en la banca en la que dije:”Que lástima que no traje conmigo la cámara, hay fotos muy bonitas por sacar”, y me fumé un cigarrillo.

Mi abuela me preguntó antes de salir que haría en la quinta región, en realidad no supe que contestarle, y si me lo vuelve a preguntar hoy, tampoco sabría responderle. Es como dos cucharaditas de masoquismo, después se bate enérgicamente mezclando con la melancolía, agregándole una pizca de incertidumbre y finalmente pena y alegría a gusto. Creo que fui a hacer nada.

Se acabó el cigarro, y cuando prendía el otro me llamó mi mamá. Fue raro, porque me llamó y pasaron como 3 segundos y recién me habló, me dijo “¿Cómo estás?“, y yo me puse a llorar. Lloré como una nena, le dije lo sólo que me siente acá en Santiago, lo mucho que la echo de menos y que en realidad jamás la iba a defraudar, que era un estúpido por valorar lo que tengo, cuando en realidad ya no. Hablamos mucho, y cuando me preguntó donde estaba, y le contesté que estaba en Valparaíso me dijo: “¿que chucha haces allá? ” y se rió. Hace tanto que no escuchaba su risa que también lo hice y le contesté: ”Estoy recordando, mamá”.

En mi MP3 sonaba “Aquarela do Ipanema” y pasé a un local, me tomé una bebida y luego volví a Viña del mar. Ya era tarde, y quizás me perdería la puesta de sol, pero llegué a la hora, y estuve viéndola hasta que ya se oscureció. Y pensé en llamarte, pero no me atreví. ¿Para que te llamaría?, ¿qué te diría? Hola, sabes que estoy en Viña, y me acordé de ti, ¿juntémonos? Preferí no hacerlo. Preferí continuar sólo, porque estamos en situaciones muy distintas, habría sido incómodo para ambos.

Después no sé porqué, pero tomé un bus que me dejó en Villa Alemana, y llegué a la plaza de los chicos puaj, me fumé un cigarro y caminé hacia la esquina en la que nos despedimos y me di cuenta que estaba mal lo que hacía, que debería ir a tu casa y llamar, verte a ti, ver al Felipe y salir los dos a buscar a la Vane. Pero mejor no.

Pasé afuera y me despedí. Caminé hasta la plaza de Villa, tomé un Bus a Santiago. Ya eran las 10:30. Era tarde, tarde para muchas cosas; para arrepentirse, para intentarlo de nuevo, para insistir y para amar. Pero ya era tarde.

Al llegar a mi casa me di cuenta que no había comido nada en todo el día, pero no tenía hambre, ya se está convirtiendo en costumbre el no comer. Subí a mi pieza y me acosté temprano, pero no pude dormir hasta ya entrada la noche. Pensaba en lo estúpido que soy y que todo lo que hice en Viña estuvo mal.

Si los milagros existiesen, tú estarías aquí, conmigo. Pero no existen, así también como los deseos de las estrellas fugaces y los sueños tampoco se hacen realidad. Mi postura positiva de siempre, ya no está, se esfumó.

Mi tío luego me vio apenado y me invitó a un pitillo, sólo por la costumbre lo acepté. Y después en su volada me preguntó: “Oye Juanito, si pudieras repetir tu vida, ¿Qué harías?” Me burlé de el y le contesté: “Fumar pitos desde mas chico”, nos reímos y me fui a dormir.

Y ahora que escribo esto me doy cuenta que la respuesta a esa pregunta es mas simple de lo que creía. Lo que haría es estar contigo toda mi vida. Pero la vida no es tan bella y la realidad es otra. Pero lo que deseo es nada, salvo estar contigo.